Un paseo por el Plan para la promoción de las Mujeres del Medio Rural

 

He elegido el  “Plan para la promoción de las Mujeres del Medio Rural (2015-2018)”,que nace con el objetivo de mejorar la inclusión social, laboral y económica de las mujeres en el medio rural  y en él están implicados los Ministerios de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Ministerio de Educación Cultura y Deporte, Ministerio de Industria, Energía y Turismo, Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ministerio de Fomento, y Ministerio del Interior.

Este plan se basa en otros anteriores como el “Plan Estratégico de Igualdad de Oportunidades 2014-2016 (PEIO)” que establecía entre sus objetivos el de "promover el desarrollo de las mujeres en los ámbitos rural y pesquero, asumiendo que las mujeres en entornos rurales se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad.

Las condiciones específicas medio rural, como la masculinización de la actividad agraria y pesquera, las mayores dificultades para acceder a un empleo, a los diferentes servicios, en particular los relacionados con las nuevas tecnologías, o la escasa representatividad de las mujeres rurales en puestos directivos y de toma de decisiones, hacen que las mujeres rurales tengan dificultades añadidas.

La proporción de mujeres ocupadas del medio rural que se dedica a la agricultura, es del 9,2%, un dato por debajo del porcentaje ocupado en el sector industrial. Por su parte, el porcentaje de hombres del medio rural dedicados a la agricultura es del 21,1%.

Además, están ocupadas en empleos a tiempo parcial en mayor medida que los hombres y además persisten las desigualdades retributivas. El porcentaje de personas con contratos a tiempo parcial es mayor en mujeres (25,2) que en hombres (8,0) según datos del 2015 de la encuesta de población activa del INE, ya que este tipo de contrato permite a las mujeres compatibilizar su trabajo remunerado con las tareas y responsabilidades domésticas. En el caso de las mujeres del medio rural, esta tendencia resulta todavía más acusada, ya que frecuentemente deben compatibilizar su trabajo (remunerado) con el trabajo doméstico y de cuidados (no remunerado) y con el trabajo que realizan en el campo de apoyo a la unidad familiar.

La participación de las mujeres rurales en los procesos de toma de decisiones es fundamental para eliminar los tradicionales desequilibrios existentes entre hombres y mujeres. Pero en general, las mujeres gozan de menor representación política, social y sindical que los hombres.

Las mujeres que viven en el entorno rural, en que constituyen el 48% de la población, son claves para su desarrollo y para evitar el despoblamiento, pero para garantizarlo es necesario que sean visibles y promover acciones y orientaciones en las distintas políticas sectoriales que impulsen la igualdad de oportunidades. Es necesario impulsar la incorporación de planes o medidas de igualdad en las instituciones, organismos, empresas, cooperativas y organizaciones profesionales. Se hace necesario el apoyo a las mujeres emprendedoras, favorecer su acceso a sectores económicamente viables, y ofrecer formación específica para nuevas formas de trabajo y comunicación.

Hay que incentivar la incorporación de las mujeres a los órganos de decisión del sector para avanzar en una mayor presencia institucional de las mismas en los ámbitos de decisión del medio rural. Las organizaciones agrarias, las cooperativas y los grupos de desarrollo rural deben contar con una presencia femenina en órganos directivos acordes con la realidad de las mujeres rurales. 

Todo ello debe estar reflejado en los objetivos específicos del plan, que se concretan en 82 acciones agrupadas por ámbitos de actividad:

•     Visibilizar el papel de las mujeres en el medio rural y difundirlo.
•     Derribar la brecha de género en materia de empleo y emprendimiento en el medio rural.
•    Facilitar la conciliación de la vida personal, laboral y familiar y la corresponsabilidad en el medio rural.
•    Promover la incorporación de las mujeres en los órganos y puestos de decisión y participación del ámbito rural.
•    Apoyar la labor de las asociaciones de las mujeres del medio rural como elemento clave de dinamización social, económica y cultural.
•    Incorporar el principio de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en el diseño de las políticas de fomento del medio rural.
•     Mejorar y actualizar el conocimiento sobre la situación de las mujeres del medio rural.

Es la primera vez que se elabora un plan específico en relación con las mujeres rurales que tiene carácter integral y que agrupa actuaciones de diversos Departamentos Ministeriales. El plan faculta al IMIO a realizar el seguimiento, análisis y evaluación del mismo.

Actualmente, este Plan ya ha sido ejecutado y ha sido evaluado por el Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades (IMIO). La evaluación del citado plan (aún no disponible en la web del IMIO) se realizó tras la finalización de su período de vigencia. La primera conclusión que se deriva de dicha evaluación es que, sobre el grado de cumplimiento de las medidas recogidas en el Plan, de las 82 acciones incluidas se desarrollaron actividades que sirvieron para dar cumplimiento a 70 acciones, lo que supone el 85,4 % de las medidas previstas en el Plan.

Con esa visión, desde el Ministerio se está trabajando en un próximo plan de acción que contribuya a aquellas iniciativas que impulse el Gobierno a través de sus diferentes departamentos ministeriales con el objetivo de visibilizar el papel de las mujeres y mejorar su situación en el medio rural para que puedan ser partícipes y protagonistas plenas del desarrollo rural.

En mi opinión, es fundamental contar con un marco global a nivel de gobierno que coordine y colabore con otros departamentos y organismos para que el principio de igualdad se aplique de manera transversal desde el diseño de medidas, ejecución y evaluación de las mismas. 

La falta de referentes  de mujeres dedicadas a la agricultura o a la ganadería, supone un freno para la contratación de mujeres en tareas muy masculinizadas. Por ello, en la medida de lo posible, realizar acciones de divulgación que permitan identificar estos trabajos con mujeres reales y cercanas puede generar nuevos modelos que inviten a apostar por esta forma de vida.