He elegido por mi profesión y mi origen la desigualdad en el mundo rural:
http://eldiariorural.es/las-cifras-de-la-desigualdad-en-el-medio-rural/
Los datos
hablan por sí solos, el acceso al mercado es más difícil en el mundo rural:
1. El 50,7% del total de mujeres
rurales entre 20 y 65 años están en situación de desempleo (12,3%) o en
situación de inactividad laboral (38,4%).
2. Apenas 3 de cada 10 euros de
la PAC se
destinan a explotaciones dirigidas por mujeres.
3.Solo 756 explotaciones agrarias,
de las más de 900.000 existentes en España, tienen titularidad compartida,
menos del 1% de las mismas.
4. Apenas el 26% de los jefes de
explotaciones agrarias son mujeres.
5. Sólo el 27,5% de las ayudas
directas es percibido por mujeres y el 26,34% de las ayudas de Desarrollo
Rural.
Pero
además también denuncian menos los malos tratos, tienen una mayor carga de
trabajo en cuanto a cuidados se refiere y peor acceso a las tecnologías, lo que
aumenta aún más el problema.
En
las zonas rurales se perpetúan los roles
de género y es más difícil poder salir de ese papel que hay asociado para cada
cual por el miedo a ser juzgada. Parece que hay unas normas de género que son
una auténtica barrera que cuesta mucho cruzar. El hecho de salirse de la norma,
el miedo a hacerlo sola, o a tener que pelear continuamente para demostrar una
vez más tu valía, hace que el éxodo rural sea mayoritariamente femenino y esto
perpetúa aún más la masculinización de las edades laboralmente activas.
Los
modelos sociales son aun a día de hoy diferentes en las zonas rurales y eso que
vamos aprendiendo a lo largo de nuestra infancia, los roles que tenemos que
desarrollar y las expectativas que tenemos que cumplir unos y otros parecen un
modelo impuesto del que no podemos salirnos, porque en algunas ocasiones podemos llegar a verlo como una forma de traición a nuestras tradiciones y enseñanzas.
Para
mejorar la inclusión socio-laboral y económica de las mujeres en el mundo rural
se estima necesario promover nuevos
avances en la corresponsabilidad social, que contribuyan a deconstruir los estereotipos de género que todavía perpetúan las
desigualdades, cerrar las brechas en el ámbito laboral y apoyar la capacidad de
las mujeres para ocupar puestos de decisión. Es necesario impulsar la
incorporación de planes o medidas de igualdad en las instituciones, organismos,
empresas, cooperativas y asociaciones locales.
Para
conseguir una sociedad más equitativa hay que optar por un modelo de cambio
social. Para ello es necesario fomentar la corresponsabilidad y posibilitar la conciliación,
impulsar la incorporación de las mujeres a cuerpos directivos y órganos de
decisión e incorporar el principio de igualdad de oportunidades entre mujeres y
hombres en el diseño de las políticas de fomento del medio rural.
Todos
estos objetivos deben estar plasmados en un plan de acciones concretas que deberán
llevar asociado un plan de evaluación y ejecución y unos indicadores que midan
el grado de cumplimiento.
Ojalá estos retos se conviertan en realidad más pronto que tarde!!
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